Los anocheceres mágicos de África

 

      Namibia es uno de esos sitios en el que a cualquier fotógrafo le estalla la cabeza con la cantidad de lugares atractivos que tiene. En el viaje que hice a este país en 2019 tenía claro que no quería perderme "los grandes": Etosha, Dead Vlei y Spitzkoppe; pero también estaba convencido que, en un país en el que cualquier rincón es infinitamente atractivo y evocador, lugares muy conocidos pero menos populares tenían mucho que ofrecer.

 

     Uno de esos lugares es el llamado "Quiver tree forest" un conjunto de cerros en el que abundan estos árboles (Aloe dichotoma) y que está lejos de cualquier otro lugar de los itinerarios populares por este país. Las circunstancias de mi viaje no me permitieron llegar a este punto en las mejores condiciones fotográficas, arrastraba cansancio y una avería en el coche que nos tenía bastante preocupados, de hecho a punto estuvimos de saltarlo y seguir con el resto del viaje.

 

     Considero que visitar Quiver Tree ha sido de los mayores aciertos del viaje, sentí una acogida muy especial por la gente del campamento en el que está la colonia más atractiva de estos árboles, nos ayudaron con nuestra avería, nos acogieron y nos dieron todo tipo de facilidades para fotografiar. Cuando preguntamos porqué nos ayudaban tan tenazmente la dueña del campamento, de origen alemán, simplemente respondió: "En Namibia la gente se ayuda".

 

     Esta foto representa el escaso tiempo que pasé por la noche fotografiando, pude disfrutar de la soledad de este paisaje mientras observaba una delicada franja aún teñida del naranja sobre el horizonte, en el cénit, la vía láctea se mostraba en todo su esplendor, nunca había visto nada igual. Dicen que los atardeceres en África son mágicos, pero también lo son los anocheceres y, sobre todo, muchas de las personas que te encontrarás en tu camino.


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