Hay floraciones de plantas que tienen un especial interés para la fotografía de paisaje. Son conocidas por los fotógrafos de paisaje de medio mundo las floraciones de Lupinus en Nueva Zelanda y el noroeste de EE.UU., el tajinaste canario, los bluebells de los bosques del centro de Europa... la lista es tan amplia como atractiva.
Pero hay una floración que pasa casi desapercibida para los que fotografiamos paisaje: la del erizón. El erizón, es una leguminosa que crece en zonas montañosas bajo condiciones que a duras penas pueden soportar otras especies vegetales. En invierno el viento, el hielo y las temperaturas bajo cero no suponen un problema para su supervivencia, pero al llegar el verano tienen que resistir temperaturas extremadamente altas y largos periodos sin lluvia.
Suelen crecer pegados al suelo, achaparrados y encogidos, formando colonias de cabezas redondeadas. Suelen ser espinosos y tacto áspero y basto, pero todos los años ofrecen un espectáculo de singular belleza que puede ser muy interesante para aprovechar el atractivo de un paisaje. La floración de las diferentes especies de Echinospartum se produce en diferentes momentos del año en función de la latitud y de la especie, no tanto de la altitud, pues suelen crecer en lugares de características muy similares y, por lo tanto, la floración de las colonias de determinadas sierras suele ser más o menos simultánea.
Estos arbustos cuentan con una floración muy abundante, las brácteas y bracteolas que esconden las flores antes de que se produzca la floración están recubiertas de pelos blanquecinos que le dan a la planta un aspecto misterioso, cubierto por motas blancas, unas semanas más tarde emergen las flores y los arbustos se recubren de flores amarillas ofreciendo un auténtico espectáculo que es sin duda un auténtico regalo para los que fotografiamos paisaje.
He elaborado un mapa con la distribución del erizón en la península. Los colores representan las diferentes especies. La floración comienza ahora, a finales de junio y se alargará hasta finales de julio. Personalmente he fotografiado y conozco algunas colonias de Echinospartum ibericum en el oeste del sistema central. Si sirve como referencia, florecen a principios de julio y el clímax suele producirse a mediados de julio.
Espero no faltar a mi cita anual con los erizones este año, fotografiaré una de las colonias que más atractivas me parecen y, como otros años, buscaré los lugares más coloridos para encontrar buenos puntos de vista en los que encuadrar otras colonias.
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