Llevo unos meses completamente absorto (fotográficamente hablando) en la realización de un herbario fotográfico. Te preguntarás ¿qué es eso? muy sencillo: fotografiar, identificar, localizar, maquetar... más de cien especies diferentes de plantas. Para realizar este trabajo he tenido que comenzar desde unos conocimientos básicos, tanto de flora como de fotografía de este tipo, pues no se trata de hacer una foto bonita de una planta, sino también que en la foto puedan apreciarse los rasgos característicos que pueden ayudarte a identificar esa especie.
Muchas horas muertas entre herbazales hace que con esfuerzo, paciencia y mucha suerte encuentres algún que otro regalo. Esta imagen es una muestra de ello: mientras fotografiaba un flamante ejemplar de Fumaria officinalis esta mosca rondaba hasta que se posó boca abajo en uno de los ramilletes, lo dicho, un regalo.
Llevo siete meses escudriñando los campos en busca de floraciones o frutos que puedan hacer identificables las especies, espero que en unos 15 días tener todo listo para entregarlo y, a mediados de junio poder publicar los resultados.
Ahora son las fechas más importantes, cuando estamos en el clímax de floraciones y cuando puedo recopilar algunas de las especies más bellas, de hecho, en cuanto termine de escribir cogeré la cámara y tengo localizadas tres especies, entre ellas una orquídea, que tenía en mente desde hace tiempo.
No voy a cambiar el paisaje por la flora pero, de verdad, tanto fotografiarlas como identificarlas se ha convertido para mi tanto en una afición que tengo pensado continuar más allá de este trabajo.
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