Tal vez el mejor momento de luz de aquel día fue este de primera hora de la mañana que capté en esta imagen. Llevaba tiempo con ganas de fotografiar en La Pedriza, en el Parque Cuenca Alta del Manzanares. Las moles graníticas que asoman entre los bosques de pinos son una delicia para los que fotografiamos paisajes, sin embargo, este lugar también tiene fama de ser traicionero. He oído hablar tanto de su belleza como de los peligros que entraña.
Tuve la suerte de ir acompañado por un experto conocedor de La Pedriza que no sólo me planificó una ruta para recorrer los lugares más emblemáticos sino que además tenía localizados los mejores puntos de vista para poder conseguir buenas fotografías de paisaje. Javier Martínez es fotógrafo profesional y ha visitado este lugar desde hace 40 años. Escalando, fotografiando o simplemente disfrutando de su naturaleza salvaje, conoce La Pedriza a la perfección y pasar un día aquí con él ha sido una gran experiencia.
Como he dicho al principio, tan sólo hubo una luz realmente buena a primera hora de la mañana y esa fue nuestra suerte. El lugar me resultó tan atractivo y cautivador que de haber habido unas buenas condiciones para la fotografía durante todo el día no nos hubiéramos alejado más que un par de kilómetros del aparcamiento.
Pero comenzamos a caminar y caminar hasta llegar a los riscos más altos, en la imagen de la izquierda Javier me fotografió detrás del risco de las nieves subido sobre las rocas, totalmente absorto con el espectáculo granítico que se alzaba ante mi.
Lo cierto es que llegar a los lugares más atractivos requiere un esfuerzo apto para personas en condiciones físicas relativamente buenas, pero tengo que decir que el esfuerzo merece la pena, y es que el verdadero baremo para saber si he disfrutado en un lugar lo tengo unos días después, al ver las fotos tranquilamente en casa, cuando siento la nostalgia que siento al ver estas fotos significa que aquel fue un día realmente bueno y sobre todo gracias a la compañía de Javier y Luis.
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